viernes, 16 de septiembre de 2011

No hizo falta nada más, fue tan suficiente verlo en tu mirada, cara como cristal. Me ensañaste a ver la luz, cuando dentro de mi alma se apagaban mis ganas de continuar como si me conocieras de otra vida vas antecediendo todos mis instintos, sin medida. Nadie más que tú sabe adivinar a donde voy, nadie pudo descubrir lo que yo realmente soy. Nadie más que tú ha sembrado paz en mi interior, hizo renacer mi fe para ver más allá del sol. Cuando amanse y tú no estás toda mi energía fluye diferente, sin tí nada es igual. Mis secretos se revelan en tus brazos y mis días se reducen a tu espacio y voy cayendo poco a poco porque nadie mas que tu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario